Aunque con la maza y escarpia o la alcotana se elimina la mayor parte del recubrimiento de mortero de cal y/o yeso que oculta el ladrillo, siempre permanecerán algunos pegotes adheridos. Estos hay que rascarlos con un cepillo de púas metálicas, que se pasa vigorosamente por toda la superficie, ladrillo a ladrillo. Y a pesar de ello, todavía quedará algún pegote; pero no importa, ya que se trata de dejar a la vista una pared de aspecto rústico: no hace falta que quede perfecta. Abajo os muestro una panoplia de las herramientas necesarias.
Restauramos completamente un piso de 100 años de antigüedad. Y ahora nos atrevemos con una casa de 95. Tú también puedes hacerlo. Proceso, trucos y sugerencias
viernes, 27 de marzo de 2015
jueves, 19 de marzo de 2015
Dejando el ladrillo a la vista
Una vez realizada una primera estimación real de lo que teníamos entre manos había que comenzar la restauración de la casa. En ésta las paredes maestras no son de piedra sino de ladrillo macizo y no hay mosaicos de suelo hidráulico o puertas que valga la pena rehabilitar. Pero tenemos las bovedillas de rasillas que descubrimos al retirar los falsos techos (que arreglaremos más adelante) y el ladrillo de las paredes, oculto bajo una capa de mortero de cal y/o yeso. Aunque la mayoría de las paredes las vamos a cubrir con placas de yeso laminado para aislarlas en la medida de lo posible de los ruidos externos, hemos decidido quitar el recubrimiento en algunas de ellas para sacar a la vista lo que hay debajo.
jueves, 12 de marzo de 2015
Impermeabilizar cubiertas
Tal y como os dije la última vez, existen dos opciones al alcance de cualquiera para impermeabilizar una superficie horizontal y evitar que se filtre el agua. Supongo que habrá más, pero éstas son las que yo conozco. La primera y la más interesante a largo plazo es algún tipo de tela asfáltica, que era lo que habían puesto inicialmente en nuestro tejado. Pero para colocarla hace falta un soplete, con el que se va calentando el rollo de tela para que quede pegado a la cubierta. Podía conseguir uno, pero no tenía ganas de complicarme la vida, sino de reparar esas filtraciones rápidamente, antes de que volviera a llover. Más adelante pondré tela asfáltica. Hay también unas bandas autoadhesivas muy sencillas de colocar, pero tienen poca anchura, ya que son más bien para sellar grietas. Así que me decidí por el caucho líquido, que también sale más barato.
jueves, 5 de marzo de 2015
Primeros pasos (y 4)
Así que en cuanto dispuse de un andamio, lo monté en la terracita interior y me subí al tejado para inspeccionarlo por encima. Como ya os comenté, hace un tiempo fue aumentada su altura (posiblemente en los años ochenta o noventa), pero por lo que me encontré, después de esa reforma no lo volvieron a pisar nunca más. Y un tejado se ha de mantener, ya que es la parte de la casa más expuesta a las inclemencias del tiempo. Es una pena que no sacara fotos del momento en que subí por primera vez, ya que era impresionante. Las saqué al día siguiente.
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