Instalar los paneles de corcho entre las vigas de hormigón no presentaba ningún problema, ya que éstas están fabricadas con moldes y son muy regulares. Sólo hay que cortar el corcho con una sierra de calar pendular (tal y como se corta la madera) a la medida adecuada para que quede encajado entre vigas y no se caiga, y colocarlo. Pero entre las vigas de madera ya fue otro cantar, puesto que estas otras son absolutamente irregulares, tienen nudos, están ligeramente torcidas, son más anchas de un lado que del otro, etc. Hubo que ir midiendo y cortando cada uno de los paneles una y otra vez, poniéndolos y quitándolos hasta que encajaban bien en sus correspondientes huecos. Menos mal que no pesan mucho. Y con las celosías que colocamos después para embellecer el techo pasó lo mismo.
Restauramos completamente un piso de 100 años de antigüedad. Y ahora nos atrevemos con una casa de 95. Tú también puedes hacerlo. Proceso, trucos y sugerencias
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viernes, 20 de junio de 2014
martes, 27 de mayo de 2014
Restauración de las vigas de madera del tejado
Tal y como os dije ayer, las vigas originales de la parte norte fueron cambiadas por otras de hormigón, ya que tres de ellas estaban medio podridas y a punto de hundirse o quebrarse como consecuencia de muchos años de goteras y humedades. En el lado sur estaban bastante mejor, sólo una estaba podrida; el resto estaba relativamente bien. Así que convencimos al constructor para que éstas las dejara, ya que le daban un aire muy rústico al piso. Aunque él nos aseguraba que nos arrepentiríamos: había que tirarlo todo abajo y construirlo de nuevo con materiales modernos.
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