miércoles, 30 de septiembre de 2015

Construcción de tabiques de yeso laminado (y 3)

   Al construir toda esta estructura de montantes y canales hemos dejado una cierta separación con respecto a las paredes para que al cerrarlo todo con las placas de yeso tengamos detrás una cámara de aire. Aunque ésta nos servirá como aislamiento, además ponemos un aislante específico encajado entre los montantes (sin tocar la pared, si puede ser). Ya en las entradas relacionadas con la reforma de nuestro dúplex-loft os hablé de los distintos materiales que existen, así que no me voy a repetir (mirad la del 11-06-14). En esta ocasión estamos utilizando la lana de roca para la mayoría de los espacios y para lo que será nuestro dormitorio unas mantas de alta densidad formadas por material reciclado (textil sintético) con aditivos acústicos específicos.




   En la foto superior podéis observar la lana de roca. Las maderas que también se ven sirven como soportes para colgar del tabique de yeso laminado algún elemento pesado, como un lavabo que no vaya apoyado en un mueble o los radiadores de la calefacción; las compras a medida (las hay de 40x20x4 o de 60x20x4 cms de largo y grueso) y se colocan entre los montantes, atornillándolos a estos. Abajo podéis ver el otro material, aunque en este caso pegado con cola de contacto al techo del primer piso, donde además pondremos corcho (pero esa es otra historia). En los tabiques lo coloco igual que la lana de roca, encajado a presión entre montantes y separado de la pared, para dejar la cámara de aire anteriormente dicha.




   En cuanto lo tenemos listo todo colocamos la placa de tal manera que no toque el suelo (la separamos con unos trozos de azulejo, por ejemplo) y marcamos, si es el caso, los puntos donde tenemos que abrir algún agujero (para las tuberías, cajas de electricidad o puntos de luz). Retiramos la placa y con una sierra especial abrimos los orificios correspondientes. Probablemente tengamos que repetir la operación varias veces hasta que nos cuadre todo bien y alguno de los agujeros resulte finalmente demasiado grande.





   Pero esto último no resulta un problema, ya que más adelante los rellenaremos con pasta de juntas. La misma que utilizaremos para rellenar cualquier zona de la placa que hayamos deteriorado durante su manipulación (las esquinas se quiebran fácilmente), así como para cubrir los tornillos con los que la fijamos a los montantes y para igualar las juntas entre placas (donde además hay que poner una cinta para juntas). Esta pasta se lija fácilmente una vez seca, como ya os he comentado en otras ocasiones. Luego se pinta todo y listo (o se alicata).

   Las placas como la de la foto, de color verde, son las adecuadas para zonas húmedas (el baño o la cocina) ya que tienen aditivos hidrófugos. Las blancas son las normales (y las más baratas claro). Y las rosas tienen elementos ignífugos, retardadores del fuego.

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