Actuaciones menores (2)

   Hay gente que utiliza una paleta y una llana para extender el yeso por las paredes (yo, por ejemplo) y otros que, para abarcar superficies grandes, usan dos llanas, una con cada mano. Existen unas llanas especiales, de gran tamaño, que suelen utilizar los profesionales, pero para un neófito se hace difícil manejarse con ellas. El yeso ha de aplicarse cuando en la gaveta todavía hay agua de sobra, ya que cuando se queda seca, el yeso ha fraguado y se vuelve inutilizable. La parte inferior de la masa fragua antes que la superior, que está en contacto con el agua. Así que es mejor no preparar grandes cantidades: es preferible perder tiempo preparando yeso en pequeñas porciones que tener que tirar constantemente una buena parte.

    Se da una capa de relleno para nivelar la pared, hasta que falten unos pocos milímetros, como en la imagen superior, en la que relleno una zona del rebozado que saltó cuando corté el tabique correspondiente, de lo cual ya os hablaré más adelante. Para dar la capa final se lo suele "matar", poniendo tres partes de agua por una de yeso. De esta manera queda una pasta muy fina y manejable, que se puede extender tranquilamente sin miedo a que endurezca antes de tiempo; pero a la vez es quebradiza, sin consistencia una vez seca. Por eso no ha de tener más de uno o dos milímetros de espesor.

   Existen distintos tipos comerciales de yeso, cada uno de ellos adecuado para una función concreta: el de albañilería, que fragua rápidamente e indicado para labores de sujeción o de relleno; el retardado, que, como su nombre indica, tarda algo más en fraguar y es ideal para recubrir paredes; el fino, sin apenas grano y el más adecuado para darles a estas el acabado. A su vez, las propiedades de cada tipo de yeso varían en función de su origen geográfico y los aditivos utilizados. En general, el gris (que tiene más grano) suele ser adecuado para labores más bastas y el blanco para las más finas.

   Quizás ya os habéis dado cuenta de que no estoy dejando ninguna superficie acabada del todo: eso se debe a que todavía tengo que realizar muchas reformas en su entorno y durante éstas lo más probable es que les de algún golpe o ralle de alguna manera estas paredes. Así que las dejaré sin terminar hasta que la restauración general esté en una fase más avanzada.