Y para nuestra sorpresa, los requerimientos de este nuevo electricista no resultaron tan arduos como nos esperábamos. Como vio que una buena parte de la instalación que habíamos montado se ajustaba a los criterios normativos, que estos los conocíamos y que todo era provisional, la dio por buena y se limitó a reclamarnos una línea adicional para la lavadora (no lo exige la normativa, pero, al parecer, es práctica habitual en las instalaciones nuevas). Me presentó un presupuesto aceptable y, unos días después, se puso manos a la obra. Lo primero fue el cambio de lugar de la caja del contador y la eliminación de los soportes y recipientes varios que lo acompañaban y que afeaban la entrada de la casa.
Restauramos completamente un piso de 100 años de antigüedad. Y ahora nos atrevemos con una casa de 95. Tú también puedes hacerlo. Proceso, trucos y sugerencias
jueves, 25 de junio de 2015
lunes, 15 de junio de 2015
Dando de alta la electricidad (4)
Una vez que dejamos listas las cajas de conexión colocamos unas canaletas de superficie para los interruptores, los enchufes y las luces, también de superficie. Luego los tendremos que ir retirando para cambiarlos por los correspondientes elementos empotrados según vayamos cerrando las paredes con las placas de yeso. Aunque así nos vamos a gastar más dinero (compramos los más baratos de todas formas), por lo menos terminamos antes (nos estábamos eternizando con esto) y, además, no sabíamos exactamente donde iban a ponerse definitivamente (esto entraría ya en la fase de decoración y todavía estamos en la de destrucción-construcción).
miércoles, 3 de junio de 2015
Dando de alta la electricidad (3)
Las cajas de conexión tenían que
sobresalir de los montantes para que, cuando se atornillaran las placas de yeso, quedaran a ras de éstas y se pudiera acceder cómodamente a su interior. Habíamos intentado conseguir el grueso suficiente poniendo yeso detrás de las cajas, pero dos de ellas se cayeron al suelo al querer meter los corrugados en su interior (los tubos que protegen los cables han de entrar un poco dentro, tal y como se ve abajo). Aunque las otras dos que habíamos colocado sí que
aguantaron su manipulación, decidimos cambiar de táctica con las que nos quedaban por montar y pensamos en utilizar unos trozos de madera como base para separarlas de la pared. Y en algún caso combinar ambos métodos: ganar un poco de grosor con una capa de yeso y sobre ella atornillar el taco.
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