Una vez que dejamos listas las cajas de conexión colocamos unas canaletas de superficie para los interruptores, los enchufes y las luces, también de superficie. Luego los tendremos que ir retirando para cambiarlos por los correspondientes elementos empotrados según vayamos cerrando las paredes con las placas de yeso. Aunque así nos vamos a gastar más dinero (compramos los más baratos de todas formas), por lo menos terminamos antes (nos estábamos eternizando con esto) y, además, no sabíamos exactamente donde iban a ponerse definitivamente (esto entraría ya en la fase de decoración y todavía estamos en la de destrucción-construcción).
Y lo mismo pasará con toda la instalación provisional que hicimos en el piso de arriba, que también está a la vista, como podéis apreciar en la foto de abajo (la caja y las canaletas estaban todavía sin cerrar). El único objetivo de toda esta faena era tener una instalación aceptable desde el punto de vista técnico, para conseguir que nos hiciera el correspondiente boletín un profesional.
Para que os hagáis una idea de lo que había antes, sirva de ejemplo esta otra foto en la que se ven dos "cajas" que saqué de la pared durante la restauración y a su lado una de superficie actual: estaban echas con sendas latas ¡¡¡metálicas!!! de sardinas o de atún, agujereadas para que pasaran los cables. Por supuesto, no había toma de tierra; sólo había un diferencial para toda la instalación; los cables llegaban a una regleta con 1,5 mms y salían de ella con 2,5 o llegaban con 2,5 y salían con 4 mms, etc. Un desastre.
Ya con la instalación medio presentable nos pusimos en contacto con un nuevo electricista, cuyo teléfono nos facilitó el fontanero que nos había dado de alta el agua.
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