En los días siguientes eliminé los falsos techos del salón y la cocina, en el piso bajo. Allí me encontré con la desagradable sorpresa de que se habían construido con ¡¡¡supermahones!!!, el mismo tipo de ladrillos con los que se reconstruyó el pasillo de entrada o se restauró el tejado. Me quedé alucinado, porque los falsos techos suelen ser relativamente ligeros y aunque los supermahones están huecos, todo un techo construido con ellos y colgado de las vigas pesa lo suyo: y esto supone una carga extra para la estructura del edificio.
Quitarlos fue bastante más duro que los de las anteriores estancias: la mayoría los tuve que romper a mazazos, haciéndolos añicos, porque pocos salían enteros; están machihembrados y tenían mucho yeso fijándolos entre sí. En la foto de arriba se puede ver una parte de la sala, hasta la pared maestra, después de retirarlos todos. En la de abajo el resto del espacio, que es un añadido realizado en algún momento de la historia para ampliarlo y montar la cocina.
Esta ampliación ya no se hizo con vigas de madera, sino de hormigón, aunque construyeron unas falsas bovedillas entre ellas para que hubiera continuidad estética con el resto de la sala. Lo cual quiere decir que estaban inicialmente a la vista, hasta que en un momento dado se taparon con el falso techo. Al no haber en esta parte vigas de madera donde fijar con clavos todo el sistema de alambres que lo sujetan, a los operarios sólo se les ocurrió agujerear las bovedillas para pasar unos tacos de madera y de ellos colgar los alambres (¡me ha encantado la fantástica idea que tuvieron!).
Pero peor fue en la cocina, que está justo al otro lado del tabique: aquí se cargaron directamente las bovedillas, como podéis ver arriba. Y nos llevamos otra desagradable sorpresa, porque la última viga presenta un estado similar a las que tienen "aluminosis" en los anexos de alrededor del patio. Y nosotros que pensábamos que éstas estaban bien... Habrá que consultarlo más adelante con un arquitecto y ver qué se hace.
Por lo demás, tendremos que realizar una restauración del conjunto de los techos, eliminando la pintura de las vigas de madera, tratándolas con anticarcoma y barnizándolas, así como reparando las grietas que tiene el yeso que enluce las rasillas de las bovedillas. ¡Y los agujeros que hicieron en las últimas que os he mostrado!
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