Ese agujero lo rellenamos colocando entre los restos de la bovedilla unos tablones de madera, los cuales fijamos con cemento. Después extendimos mallazo por todo el espacio y lo cubrimos con mortero hasta llegar al nivel del suelo de la cocina.
Para poner las vigas utilizamos los mismos huecos (ampliándolos) donde habían estado las antiguas, que fueron desplazadas en su momento, para colocar el tabique y la puerta.
Una vez solucionados los problemas relacionados con el antiguo cuarto de baño, pasamos a ocuparnos de la cocina en sí. Ya os dije que escogimos el mes de agosto para reformarla, aprovechando que es verano en el Mediterráneo, salimos más a cenar fuera y podíamos comer ensaladas en casa: así no echaríamos tanto de menos los fogones y la fregadera.
Como siempre, lo primero es dibujar un plano del espacio que tenemos y visitar muchas tiendas y almacenes para conocer las múltiples posibilidades que se nos ofrecen a la hora de montar los electrodomésticos, los muebles y sus complementos. Si con cualquier espacio que vayamos a reformar es necesario prever la distribución, con la cocina es vital, debido a lo complejo de su montaje: aquí hay que tener en cuenta las tomas de corriente para los electrodomésticos, las de agua para éstos y los grifos, los desagües, la extracción y renovación del aire, la colocación racional de los armarios, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario