miércoles, 27 de mayo de 2015

Dando de alta la electricidad (2)

   La idea que teníamos era realizar casi toda la instalación de la casa nosotros mismos, dejando al profesional correspondiente la colocación de la toma de tierra (de la cual no dispone la casa y es obligatoria), el cuadro de diferenciales y el cambio del contador. Habíamos colocado las estructuras para los paneles de yeso laminado en la parte de abajo para que por lo menos una parte de la instalación que pusiéramos fuera definitiva. En el piso de arriba decidimos hacerlo todo provisional, ya que poner los correspondientes montantes nos iba a retrasar demasiado y necesitábamos tener electricidad cuanto antes. Lo primero era calcular donde se colocarían las cajas de conexión de las que saldrían las derivaciones para los enchufes o las luces. Luego, pasar por detrás de los montantes los tubos corrugados que protegerán los cables.






   Una vez que decidimos donde se situarían las cajas de conexión y las marcamos en las paredes, había que ponerlas de tal manera que quedaran a ras de las placas de yeso cuando, más adelante, éstas se pusieran (algo que tardaría todavía un tiempo) y resultara tapada toda la instalación. Pensamos que con unos buenos pegotes de yeso conseguiríamos el grueso suficiente y la sujeción necesaria. Pero no fue así: en cuanto las manipulamos un poco, dos de las cuatro que habíamos colocado se desplomaron (caja y masa de yeso incluida). Así que pospusimos esta tarea mientras pensábamos en otra solución.

   Nos dedicamos a los corrugados, algo que resultó bastante más sencillo: sólo hubo que hacer con el taladro algunos agujeros entre los tabiques y rebajar el yeso de las paredes en ciertos puntos para que pasaran por detrás (no por dentro, que también existe la posibilidad, pero se corre el riesgo de pincharlos al atornillar las placas encima). Allá donde no quedaban sujetos por la misma presión de los montantes los atamos a éstos con tiras de plástico.

   Fuimos metiendo el pasacables por el extremo de cada uno de los tubos y cuando su punta salía por el otro, con cinta de embalar, fijamos fuertemente los cables correspondientes y recogimos todo ello desde el extremo inicial hasta que asomaban por él los cables. Luego los cortamos dejando un margen suficiente para las posteriores manipulaciones (como se ve en la foto), los unimos entre sí para que no se escurrieran y repetimos la operación con los demás corrugados.

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