Anteriormente os expliqué (27 de junio y siguientes entradas) como habíamos construido un armario ropero en el altillo, ajustándolo a las medidas e inclinación del tejado. Ahora os contaré como hicimos un mueble de madera bajo que ocupa todo el espacio comprendido entre una pared y otra, en el "cuarto" que da al norte.
Ya os comenté que el altillo se había convertido en nuestro dormitorio. Aunque está abierto por los lados, desde abajo no se puede ver la zona central y esto te concede una cierta intimidad. Necesitábamos además un espacio donde los invitados pudieran dormir y estar a gusto. Esto es un poco difícil en un loft, ya que sin tabiques de separación no existe la intimidad que te proporciona un cuarto convencional con su puerta y tal. La antigua habitación norte es la que mejor se prestaba a esta función, ya que los tabiques de la escalera de entrada crean un pasillo que limita la perspectiva sobre una buena parte de su superficie. Allí construimos, contra la pared de piedra, este mueble, en el que empotramos un somier que teníamos y su correspondiente colchón. Así podría servir de sofá normalmente y de cama cuando hubiera invitados.
En los bocetos de arriba podéis ver el alzado y una vista con perspectiva de lo que sería el mueble. Este se iba a componer de tres cuerpos, todos ellos bajitos, de 32 cms de altura, que es lo que medía el somier del que disponíamos y que quedaría oculto por el mueble en la parte central. A su vez, esta zona de debajo del somier serviría para almacenar cajas con elementos diversos. A éstas se podría acceder gracias a que el tablero de madera que constituiría el frontal estaría sujeto con imanes: una simple presión hacia fuera y se lo retira.
Los otros dos cuerpos laterales se utilizarían también como espacios de almacenaje y, a su vez, como estanterías o mesitas. Para acceder al interior, los tableros superiores están provistos de bisagras en la parte de la pared y se pueden levantar fácilmente. Normalmente están cerrados y sobre ellos se pueden colocar lámparas, libros, revistas o adornos. Hay sendos enchufes en ambos lados.
Aparte de la cuestión práctica de la altura del somier, el hecho de construir un mueble tan bajo nos permite seguir destacando la pared de piedra con toda intensidad.
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