A la pared del norte y los tabiques del este, en los cuales no da directamente el sol, les aplicamos una pintura blanca, que aumentaría la luminosidad del piso (y visualmente lo haría más espacioso). Antes de pintar hay que reparar todas las pequeñas grietas que pueda haber en la pared (se me olvidó decirlo en la entrada anterior). Para ello se han de sanear, excavándolas y abriéndolas con una espátula y rellenándolas luego con una pasta tapagrietas. Se aplicarán varias capas, las que sean necesarias hasta que queden bien cubiertas, ya que irán absorbiendo el producto cuando se seca. Se lija entre capa y capa y se continúa hasta que queden bien enrasadas. Luego se ha de limpiar a fondo el polvo de la pared y se ponen cinta de pintor y periódicos para proteger las superficies (falsos techos, suelos, enchufes) que no queremos pintar de este color.
Hay que tener especial cuidado con la cinta que pongamos sobre una superficie ya acabada (sobre todo si es de otro color), ya que al retirarla podemos arrancar la pintura que hay debajo. Esta cinta de pintor ha de ser de buena calidad, que no se pegue demasiado a la pared, ni, por supuesto, que no se caiga. En la foto de arriba podéis ver (con luz natural) el contraste entre el blanco y el crema de efectos. Abajo lo mismo pero con flash.
Colocada la cinta tenéis que recortar (pintar) con un pincel o brocha todas las esquinas y laterales inmediatos a la cinta entre cinco y diez cms. Para pintar grandes superficies se ha de utilizar un rodillo, que extiende la pintura uniformemente. Los hay de distintos tamaños. Y una cubeta, donde cargaréis de pintura (y escurriréis para que no gotee) el rodillo. Para llegar fácilmente a toda la pared sin estar subiendo y bajando constantemente por una escalera tenéis que insertarle un palo. Éste puede ser comprado especialmente para ello o un simple palo de escoba o fregona reciclado, que introducís en el mango del rodillo y aseguráis alrededor de él con cinta de embalar.
Cargado de pintura y convenientemente escurrido, aplicáis en una franja de la pared el rodillo de arriba para abajo primero, luego de izquierda a derecha y finalmente en diagonal. Volvéis a cargar y repetís la operación en otra franja, de tal manera que se solape un poco con la anterior. Y así hasta que cubráis toda la pared. No insistáis demasiado ni presionéis más de la cuenta porque podéis desconchar con el rodillo la misma pintura que acabáis de poner y se está comenzando a secar.
Esperáis 12-24 horas (depende del tipo de pintura, la humedad ambiental, el calor) y aplicáis una segunda capa con el rodillo, tal y como se procedió con la anterior. Dejáis secar y retiráis la cinta de protección con cuidado. Ya está pintado el dúplex-loft.
Es recomendable pintar en verano, cuando se pueden abrir de par en par todas las puertas y ventanas, sobre todo si se utiliza una pintura plástica, con disolventes, que producen olores muy fuertes. Nosotros utilizamos una pintura al agua pero lavable, que no tiene disolventes y se limpia fácilmente. Saludos.
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