martes, 12 de agosto de 2014

Restauración de los suelos (y 9)

   Un barniz ecológico es aquel que no presenta disolventes químicos entre sus componentes. Esta característica lo convierte en el más adecuado para trabajar en sitios con poca ventilación, ya que no emite los olores tan fuertes del barniz clásico, que te marean y tardan dos o tres días en desaparecer del todo. Además, los pinceles y rodillos se limpian con agua, y no contamina el medio ambiente. El problema que presenta (el que nosotros usamos) es que su densidad es inferior y cubre menos que el otro, teniendo que extender hasta cuatro capas para que quede bien protegida la madera. Un buen barniz con disolventes lo cubre todo perfectamente con dos capas. Aún así, aunque el trabajo de extenderlo supone el doble de tiempo, una vez descubierto, nosotros hemos seguido usando el ecológico para el resto del piso. El precio de ambos es muy similar, el acabado es bonito y el hecho de que no tenga componentes volátiles compensa con creces la faena extra.






   La mejor manera de extender el barniz por una superficie tan grande es mediante un rodillo, así queda más uniforme. Previamente se han de recortar los laterales con pincel. No se puede pisar en, al menos, 24 horas. Se han de utilizar periódicos para proteger el suelo de la acumulación de gotas procedentes de la cubeta y/o el bote de barniz.

   Una vez todo bien barnizado, hay que colocar los embellecedores que darán el acabado final al suelo. Nosotros elegimos los mismos tapajuntas de 4 cms de altura (hay una gran variedad de tamaños y molduras) que habíamos puesto en el altillo. Se atornillan a un taco introducido en la pared mediante un  taladro (como hicimos nosotros) o se encajan en unos raíles previamente atornillados o pegados. Las esquinas se cortan al bies. En la foto superior se puede apreciar como queda un  tramo terminado pero sin embellecedor, con el aislamiento asfáltico cortado al ras del suelo para que no estorbe la colocación del tapajuntas.




   En esta otra foto se ve el suelo completamente terminado. En ambas se puede apreciar en el ángulo izquierdo otro listón plano pegado al piso para ocultar una junta de dilatación entre dos tramos distintos. Como ya os dije en anteriores entradas de esta serie, lo pusimos en varias fases; por comodidad, decidimos dividir en dos toda la superficie de madera y más o menos hacia la mitad del piso dejamos una junta que tapamos con este listón. También lo habíamos hecho en el altillo.

   Y con esto se daba por terminado el suelo de la casa, con excepción de lo que sería el baño y la cocina que requerirían un tratamiento diferenciado, ya que no es muy recomendable poner madera en un piso que se moja y mancha con regularidad.

   Yo procuro que se entienda bien lo que quiero explicar, pero si no lo consiguiera así y tenéis alguna duda acerca de estos procesos, de los materiales o cualquier otra cosa, no dudéis en dejarme un comentario. Estaré encantado de responderlo. Saludos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario