Construcción del altillo de madera (y 5)

   Aunque las vigas las habíamos barnizado antes de colocarlas, decidimos que esto lo haríamos con los tablones del piso una vez que estuvieran puestos; por dos razones: rapidez (ya que lo haces todo de una sola vez, en lugar de ir tablón a tablón) y porque el barniz humedece la madera y cuando esto pasa tiende a combarse. Mejor colocar todo el suelo y hacerlo cuando están engarzados entre sí los tablones. Utilizamos un barniz con disolventes, que aplicamos en dos veces consecutivas, tras dejar secar entre capas 24 horas. Es recomendable hacerlo con buen tiempo, ya que hay que dejar el piso ventilando. Más adelante utilizaríamos barnices ecológicos, pero de sus ventajas e inconvenientes hablaremos en otro momento.

   El siguiente y último paso era darle accesibilidad al altillo, ya que hasta ahora subíamos por escaleras de mano. Para ello compramos en un almacén de bricolaje una escalera de pino macizo. Le recortamos un trozo que nos sobraba (era más larga de lo que necesitábamos), montamos los peldaños y con la ayuda de un amigo (muchas gracias) la instalamos, inclinándola un poco más de lo recomendado para ajustarla al espacio que teníamos.

   La fijamos a la viga atornillándola mediante unas L y al suelo igual, aunque previamente habíamos embutido unos tacos en la baldosa. La barnizamos y ya teníamos montado nuestro duplex. Ahora disponíamos de un nuevo espacio habitable de unos veinte metros cuadrados donde instalaríamos el dormitorio y nos habíamos ahorrado, por lo menos, 6.000€. Pero antes de poder usarlo había que arreglar un poco la parte alta de las paredes del tragaluz y la escalera exterior, que estaban ocultas antiguamente por el falso techo.