Tras recubrir los ladrillos sobre los que se apoyaban las vigas de hormigón con una capa de mortero, compramos dos tipos de pintura, esmalte negro y esmalte rojo óxido, que se suelen utilizar habitualmente para proteger el hierro. Las aplicamos una al lado de la otra sobre un rincón de una de las vigas, haciendo una prueba de color (para ver cual nos gustaba más). Nos quedamos con la negra, que le daba un toque más elegante. Así que dimos a todas las vigas de hormigón una imprimación (porque si no, no se fijaría bien el esmalte) y las cubrimos con dos capas abundantes de pintura negra. Ahora parecían otra cosa.
Como podéis ver en la imagen, también pusimos un falso techo formado por celosías con el fin de ocultar los machihembrados de obra. Pero antes de instalarlo teníamos que colocar algún tipo de aislamiento térmico, ya que el sol incide directamente sobre el tejado y, sin protección, las temperaturas que se alcanzarían en verano iban a ser demasiado elevadas. Sobre todo en la parte del altillo, ya que el calor siempre tiende a subir. Y en invierno la calefacción que pensábamos poner más adelante no sería eficiente, ya que al ser tan altos los techos y haber tantos metros cúbicos por calentar, no conseguiríamos una temperatura confortable, perdiendo buena parte del calor por el tejado.
Una lección básica que se ha de tener en cuenta a la hora de diseñar un loft, que es un espacio completamente abierto y sin tabiques, es que se han de aislar muy bien todas las superficies exteriores para evitar las pérdidas de calor o de frescor, ya sea invierno o verano. Y esto se consigue con aislamientos eficientes en suelos, paredes y techos, así como con puertas y ventanas oscilobatientes de dobles cristales, no correderas, ya que estas últimas no cierran herméticamente.
Si anteriormente, en los tabiques de placas de yeso laminado utilizamos lana de roca, en este caso íbamos a poner paneles de corcho. Como ya os comenté en la entrada del 11-06-14, el corcho tiene unas cualidades de aislamiento térmico-sonoro muy buenas y cuenta con la ventaja de ser un producto totalmente natural. Los paneles que compramos son rectangulares, de 1mx80cm y están formados por virutas y trozos más o menos pequeños, amalgamados térmicamente, sin aditivos químicos, ya que a temperaturas elevadas el corcho produce una especie de resina que lo compacta. Lo prensan y ya está listo el panel. Continuará...
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